Carlos Rivas "Topo", piloto e instructor de parapente biplaza y director de la escuela TopoFly
Ver desde la entrada del Jarillo el monumento de 12 metros de altura de la Virgen del Carmen, fusionada con el escenario maravilloso que la naturaleza montañosa ofrece a los visitantes, no es solo la razón para acercarse a los pies de la virgen, sino también el disfrutar de los paseos por la nubes que se pueden hacer gracias a los pilotos de parapente que escogieron ese lugar como despegadero desde hace más de una década.
Es así que la Fundación CardioMásVida entrevistó a Carlos Rivas, quien se involucró hace 17 años en el mundo del parapente al realizar su primer curso y durante todo ese tiempo ha estado ligado a la formación de muchos pilotos de alto nivel, trabajando en principio con la escuela que lo vio nacer y más adelante cubriendo con todos los requisitos impuestos por la Extinta Asociación Venezolana de Vuelo Autónomo (AVVA) para ir consiguiendo alcanzar todos los niveles que le permitieron Certificarse como INSTRUCTOR y PILOTO DE PARAPENTE BIPLAZA, en la actualidad cuenta con el aval de LA FEDERACION VENEZOLANA de ICAROS y PARAPENTES ( FEDEVIP) como PILOTO INSTRUCTOR TAMDEN, hecho que le ha permitido cumplir con el sueño de volar a un gran número de personas sobre los cielos de distintos lugares de nuestro país y muy especialmente sobre los de la población de EL JARILLO en el Estado Miranda.
¿A qué edad se inició en la práctica de parapente y por qué?
Me inicie en el parapente cuando tenía 19 años de edad y era estudiante universitario, pues resulta que, para aquel entonces, se fundó la primera escuela de parapente, con sede en el Jarillo y entre los propietarios de la escuela había una amiga y vecina, ellos estaban " reclutando" posibles alumnos y por lo poco que se sabía del parapente, para aquella época, a todos aquellos amigos del grupo fundador se nos catalogaba como los potenciales alumnos de la escuela, de alguna manera invertían mucho tiempo en convencernos, de iniciarnos en la actividad. Pasados más o menos unos 8 meses de la puesta en marcha de la escuela y, ante la necesidad de publicitarse, se nos hizo una oferta tentadora: hacer un "trueque" que consistió en el curso básico de parapente para un amigo y para mí, a cambio de la realización de una serie de vallas, papeleras, pancartas y material publicitario en general, requerido por la escuela. Tal oportunidad era imposible de despreciar, ya que el costo del curso era considerablemente alto y más para mí que era un estudiante universitario.
¿Cuáles razones considera usted que motiva a las personas vivir la experiencia de volar?
Toda persona lleva consigo, en lo más profundo, las ganas de volar y en muchas ocasiones el vuelo libre o autónomo, en el cual despegamos y aterrizamos por nuestros propios medios de locomoción, se convierten en el reto a superar por las personas comunes, bien sea porque ciertamente existe el miedo, o porque sufren de temor a las alturas, o porque sus amigos apuestan a que no lo harán, etc. Pero lo cierto de todo esto es que el parapente se convierte en la primera opción cuando de volar se trata, y muchas personas lo toman como punto de partida y evaluación de su comportamiento, para luego realizar o probar otras actividades extremas.
¿Cómo se plantea usted la responsabilidad de asumir la seguridad de la vida de otras personas, desconocidas, al llevarlas por los aires?
Luego de 17 años de vuelo, de los cuales 14 han sido dedicados a permitirle a otras personas disfrutar de una actividad que para muchos pudiera ser un TABU, pero que hoy en día que lo realizamos convirtió nuestra actividad de esparcimiento en un negocio, pero en mi caso particular, puedo dar fe, de que vuelo solo cuando, gracias a mis experiencias y conocimientos, sé que puedo hacerlo de manera segura, analizando de manera previa al despegue, las condiciones de clima y de vuelo en general, que desde mi punto de vista, puedan asegurarme el buen comportamiento del equipo y el disfrute de mi pasajero.
¿Qué actitud asume cuando es sorprendido por una situación atmosférica inesperada y se encuentra a más de 1000 mts. de altura?
No en muchas ocasiones podemos encontrarnos a alturas como esa y, aunque la gente pudiera pensar lo contrario, en el vuelo ocurre que cuanto más altos noS encontramos, más seguros o con un mayor margen de seguridad volamos; por otro lado, tenemos que una "situación atmosférica” no debería sorprendernos, pues el clima no cambia de manera repentina, la meteorología va dando indicios claros de lo que se avecina y paulatinamente va presentando lo que venía avisando, está en cada uno de nosotros, como pilotos responsables, tomar en cuenta o no la información que nos va dando el día, sin embargo, ciertamente podrían presentarse situaciones inesperadas, pero realmente los equipos que usamos en la actualidad están diseñados para resolver muchas situaciones inesperadas, y es deber del piloto estar preparado para afrontar y dar solución cualquier situación que pudiera presentarse.
¿Cuáles son las cualidades que usted toma en cuenta para definir que un estudiante será un buen piloto e instructor?
El curso que dictamos a nuestros alumnos es muy progresivo, lo que nos permite definir la personalidad de cada uno y enmarcarlo dentro de alguno de los tres grandes grupos que normalmente encontramos: los muy temerosos (RIESGO ALTO), los muy confiados (RIESGO ALTO) y los normales, los cuales tienen una porción de cada uno de los dos grupos anteriores y, si son bien llevados y atendidos en sus inquietudes y expectativas suelen ser excelentes pilotos. En tal sentido, puedo decir que no existe una cartilla que podamos usar para determinar de manera taxativa las cualidades de cada persona, pero hay patrones que nos permiten definir a cada uno de ellos.
¿Cuál experiencia personal satisfactoria le ha dejado la práctica de este tipo de deporte?
En lo particular, pase de ser una persona extremadamente introvertida, a una persona con muy buen nivel de comunicación e interrelación con los demás. Soy una persona capaz de identificar situaciones de riesgo real, dentro y fuera de las actividades de vuelo, capaz de resolver o tomar decisiones en segundos, capaz de asumir y aceptar que somos humanos y que sentimos como cualquier persona temores y, en función de ese miedo, asumir en ocasiones, que tal día no se debe volar y no hacerlo, indiferentemente del número de clientes que pudieran estar esperando para cumplir su sueño realidad o del número de amigos que pudieran presionar para salir y hacer lo que ya había decidido no hacer... En conclusión, estoy muy satisfecho de tener ya 17 años realizando esta actividad, años durante los cuales he cumplido satisfactoriamente el sueño de volar de muchísima gente, en donde he enseñado a un buen numero de pilotos y que algunos de ellos han superado con creces, lo que se les enseño, pues actualmente se encuentran compitiendo y ganando a nivel internacional y, otros que al igual que yo, cada fin de semana llevamos a las alturas a un gran número de personas que cumplen su sueño de volar.
POR RAMÓN RODRÍGUEZ
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