Fundación Cardio+Vida

Fundación Cardio+Vida, se creo en el 2004 con actividades físicas cardiovasculares en canchas deportivas,espacios abiertos, escuelas y liceos, brindándole a los niños, niñas y adolescentes una alternativa de entretenimiento beneficiando su salud física, mental y espiritual, motivándolos a prevenir el consumo de alcohol, drogas y cigarro. A su vez,los participantes reciben información impresa sobre la alimentación debida para un desarrollo fisico y cardiopulmonar saludable,estimulando a la actividad fisica, combatiendo a temprana edad la obesidad y el ocio. Así mismo, en cada evento ha recaudado alimentos no perecederos que luego son donados a las unidades de atención de niños, niñas y adolescentes de los diferentes sectores de la capital, entre los cuales hemos beneficiado a: Hogar Misioneras de la Caridad (Carapita), Hogar Virgen de los Dolores (Av. Lecuna), Fundación Caracas para los Niños (Alcaldía del Mcpo. Libertador), Fundación Una Mano Amiga U.M.A (Chacao), Asilo de Niños Huérfanos (La Pastora), Fundación Acción Social (Sabana del Blanco) y el Consejo Municipal de Derechos del Niño y Adolescente Mcpo. Acevedo, Edo Miranda

Antonio Díaz, Campeón Mundial en Karate do

Muchas veces me cuesta creer que hay tantos jóvenes karatecas, que me ven como un modelo a seguir, pero quisiera aprovechar eso para ayudar a formar no solo mejores atletas, sino también ciudadanos ejemplares.


¿A qué edad inició la práctica de Karate Do y qué lo motivó?

Comencé a practicar karate a los 5 años, por influencia de mi padre que había practicado karate y boxeo. El fue mi primer sensei, ya que cuando llegaba a casa siempre se ponía su karategui y entrenaba un poco, y yo lo que hacia era imitarlo, así que él me enseñó un poco, y cuando vio que sí me gustaba decidió hacerlo más formal e inscribirme en un dojo (gimnasio).

¿Cuándo conquistó su primera medalla de oro y en cuál evento?

Comencé a competir cuando tenía 8 años, y no me iba muy bien, no ganaba nada, pero poco a poco fui mejorando y obteniendo algunas medallas. La primera medalla de oro o digamos la que más recuerdo del inicio de mi carrera, fue la del Panamericano Juvenil de Karate 1993, en ese momento la medalla fue en la categoría de kumite, que no es la especialidad a la que estoy dedicado ni con la que he alcanzado los títulos más importantes.

De todos los opens a nivel mundial en los que ha participado ¿Cuál ha sido el que más le ha exigido un mayor esfuerzo, y contra quién llegó a la final?

La mayoría de los opens se realizan en Europa, años atrás poder competir y ganarle a un europeo era solo un sueño. Siempre pensé que para poder estar entre los mejores había que ir a competir en esos campeonatos. Mi primer Open fue el de París, Francia en 1998, quedando 5to. lugar, luego obtuve dos terceros en el año 1999 y en el 2000. Por fin, en el 2002 pude ganar el 1er. lugar, lo recuerdo mucho porque le gané en la semi-final a un japonés; Y. Hasegawa y en la final, con un estadio lleno, al representante de casa, el francés J. Capin. Hoy en día he ganado el 1er. lugar en ese evento en cuatro ocasiones.

Durante su carrera marcial ¿ha tenido una o varias referencias de otros atletas que le hayan inspirado ser cada vez mejor?

Creo que siempre podemos aprender de otros atletas, y tomar referencias positivas. Recuerdo mucho que en mi infancia siempre admiré a Tsugo Sakumoto de Japón y a Michael Milon de Francia, ambos 3 veces campeones del mundo.
Se ha considerado que Antonio Díaz ha sido el mayor exponente del Karate Do venezolano en los últimos tiempos a nivel Mundial ¿a qué se debe tal consideración?
En Venezuela hemos tenido grandes karatecas, que fueron abriendo camino. Para mi suerte, engrané en un tiempo en el que hemos tenido un buen apoyo de la Federación Venezolana de Karate Do, y en mi caso he logrado tener una buena cobertura comunicacional de los triunfos que he logrado.

En lo profesional y en lo personal ¿Cuáles obstáculos ha tenido que derribar para ser el campeón del mundo en reiteradas oportunidades?

Siempre para lograr metas hay obstáculos pequeños y grandes, tuve que sacrificar un estilo de vida normal en muchas oportunidades para poder cumplir con entrenamientos y competencias, tuve que planificarme muy bien para poder cumplir con mis responsabilidades como atleta, y al mismo tiempo graduarme de comunicador social.
También en la especialidad de kata siempre han ganado países como Japón, Italia, España y Francia, y lograr entrar, y romper ese paradigma en los árbitros, fue una tarea bien complicada. Pero creo que la clave para vencer cualquier obstáculo esta en ser constante y trabajar duro.

Cada Kata tiene un significado simbólico de combate ¿Cuál le ha inspirado más emoción al ejecutarlo, y por qué?

Cuando me preguntan sobre los significados de los katas curiosamente tengo que decir; que uno de mis kata favorito siempre ha sido el Suparimpei, y luego de leer sobre su significado lo disfruto más. El significado de este kata es: 108, porque tiene esa cantidad de movimientos, pero ese número tiene un significado especial en el budismo, y que seguramente fue en el que pensaron los maestros al crear esta forma. Se cree que en el mundo hay 108 males o malas pasiones del hombre, y por eso es que este kata tiene esa cantidad de movimientos, para combatir cada uno de esos males. 108 técnicas luchando contra las injusticias, buscando la iluminación y escapando de las 108 pasiones mortales, a través de la práctica de las artes marciales, y teniendo como pieza central un kata.

¿Cuál música lo inspira y cuál lectura lo motiva?

Cuando voy a competir escucho música instrumental de algunas películas como: “El Último Samurai”, “Corazón Valiente” y “Rocky”, y en cuanto a la lectura, siempre trato de leer libros y biografías sobre personas exitosas, sus historias, y el cómo han logrado alcanzar el éxito.

Además de medallas y victorias ¿Qué más trae Antonio Díaz a Venezuela para compartir con la generación de relevo?

Mi idea es que el camino que he recorrido, sirva para esa generación de relevo y poder transmitirles mis experiencias y conocimientos, para que lo transiten y lo alarguen, llegando más lejos de donde yo he llegado. Muchas veces me cuesta creer que hay tantos jóvenes karatecas, que me ven como un modelo a seguir, pero quisiera aprovechar eso para ayudar a formar no solo mejores atletas, sino también ciudadanos ejemplares.

Por Ramón Rodríguez

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